El Diario de Minatitlán La voz ciudadana que Trasciende
EL INCIDENTE
Londres – Leningrado:
Luego de su segundo duelo en 1985 y ahora con Kasparov como nuevo Campeón, al año siguiente, entre el 28 de julio y el 8 de octubre, se jugó la revancha.
El duelo se celebró con 12 juegos en Londres (sería la primera vez que dos ajedrecistas soviéticos jugarían un match por el título fuera de la URSS), y otros tantos en Leningrado (hoy San Petersburgo).
El interés mundial impulsó a la primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher a participar en la inauguración del match.
La etapa londinense transcurrió sin sobresaltos y el score favoreció al campeón por 6,5 a 5,5.
Pero de regreso a la URSS, un rumor llegó a oídos de Garik: “En tu equipo alguien le filtra información a Karpov”, según un periodista amigo del Azerbaijano.
Kasparov y su mamá Clara, jefa de la delegación, sospecharon de uno de sus analistas, Gennadi Timoschenko que había abandonado su posición durante la fase en Londres, por un supuesto llamado del cuartel del ejército en Novosibirsk (nunca se aclaró su salida).
Pero como en Leningrado, Garik ganó dos partidas y a ocho del final, se imponía por 9,5 a 6,5, trató de olvidarse del tema.
Sin embargo, su amigo personal, y jefe de analistas, Alexander Nikitin, descubrió a uno de sus colaboradores, Yevgueni Vladimírov, copiando (una acción que estaba prohibida en el equipo), en una hoja de papel los análisis de varias partidas.
Y aunque en principio se resolvió con un llamado de atención, cuando Anatoly ganó tres juegos consecutivos, las partidas 17, 18 y 19, e igualó el match en 9,5, en todas las partidas Karpov respondió muy rápido y con acierto las “novedades” que le planteó Garik.
Cómo si ya las hubiese analizado y resuelto con su grupo de ayudantes, entonces se desató “la guerra de los espías”.
En seguida Vladimírov y su compañero de habitación, el maestro Iosif Dorfman fueron despedidos del grupo; ambos fueron señalados por el agente del KGB, Víctor Litvinov (a cargo de la seguridad de Kasparov) de ser sobornados por el equipo de Anatoly.
Ambos acusados abandonaron de inmediato el lugar y nunca dieron alguna aclaración de su parte.
Solo se esfumaron y no se les pudo entrevistar.
Más tarde se sabría que Dorfman debía mucho dinero pero que logró saldar sus deudas (no se dijo como le hizo) mientras que Vladimirov recuperó su libertad para participar en torneos en el extranjero (estaba suspendido por infracciones al fisco ruso).
Lo que fue evidente es que el campamento del campeón recuperó la tranquilidad y el orden.
Así tras varios días y noches de revuelo, la calma volvió al Match.
Extrañamente Karpov ya no pudo acertar en sus respuestas en el último tramo del Torneo.
Ya no tuvo la brillantez de aquellas 3 partidas.
Entonces a dos juegos del final Garik volvió a la victoria, y cerró el match a su favor por 12,5 a 11,5.
Logró retener su Corona, pero quedaron muchas preguntas sin responder sobre los acusados de espiar a favor del excampeón.
“Solo quiero decir que solucioné el problema y salimos adelante” concluyó un serio Kasparov.
Por: Antonio Aceves
