Una mirada lejana

Algo que muy pocos saben es que la sonda Voyager 1 no solo fotografió a nuestro planeta, cuando pasaba el límite del entonces planeta Plutón.

Aquella instantánea distante de la Tierra, que acabaría recibiendo el nombre de Pale Blue Dot (Un Punto Azúl Pálido, en inglés), formaba parte del retrato de familia del sistema solar.

Aquél 14 de febrero de 1990, la Voyager 1 “volteó su ojo” en dirección al Sol y tomó unas 60 fotografías.

En seis de ellas aparecían varios planetas, las otras 54 daban algo de contexto a lo que se podía ver desde ese remoto lugar por donde la sonda estaba pasando.

De esa forma la sonda captó a Venus, la Tierra, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno desde una gigantesca distancia de algo más de 6’000 millones de kilómetros del Sol.

Algo que no se puede entender ya que son demasiados kilómetros de lejanía.

Este mosaico de imágenes es el único que tenemos que muestre al sistema solar desde lejos, como podría verse si lo estudiáramos desde un exoplaneta lejano.

Esta fotografía es tan impresionante que conmovió a muchos y motivó al extraordinario Científico Carl Sagan a decir lo siguiente:

“Desde este lugar privilegiado la tierra no parece ser de especial interés pero para nosotros es diferente. Considera ese punto otra vez: eso es aquí, ese es nuestro hogar, eso somos nosotros. […]

Nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el universo, son cuestionadas por este punto de luz pálida.

Nuestro planeta es un grano solitario en esta cósmica penumbra envolvente.

En nuestra oscuridad, en toda su vastedad, no hay ningún indicio de que alguna ayuda llegará para salvarnos de nosotros mismos.

La tierra es el único planeta conocido que alberga vida inteligente.

No hay ningún otro lugar, al menos en un futuro cercano, al que nuestra especie pueda llegar.

Visitar, sí. Asentarse, aún no. Nos guste o no, por el momento la tierra es donde tenemos que quedarnos. […]

Probablemente no haya mejor demostración de lo estúpidos que son los prejuicios humanos que está distante imagen de nuestro minúsculo mundo.

Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratar a todos más amablemente y de preservar y cuidar ese pálido punto azul:

El único hogar que jamás hemos conocido”.

Muy preciso y cierto.

Así era Carl Sagan, quien también señaló que aún estamos comenzando a conocer lo que nos rodea, ya que apenas estamos dejando atrás las playas de nuestro planeta para navegar en el océano sin límites del universo.

Mientras las dos naves Voyager ya están más allá de la zona de Helio Pausa, fuera de la radiación y viento solar, en el desconocido e inospito espacio estelar.

Buen viaje para ambas.

Por: Antonio Aceves

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