La caída de Moctezuma y el posterior colapso del imperio azteca representaron no solo el final de una era para los pueblos indígenas de México, sino también el inicio de una nueva etapa de dominación europea...

Moctezuma llhuicamina

La vida de Moctezuma II, es una fascinante y trágica historia del encuentro y confrontación entre dos culturas muy diferentes del siglo XV, el imperio azteca y el incipiente imperio español.

Recordado también como Moctezuma fue el noveno tlatoani (o emperador) de los aztecas y gobernó desde 1502 hasta 1520 cuando murió.

Su reinado estuvo marcado por una significativa expansión territorial del imperio azteca, causada por el sometimiento de muchos pueblos vecinos, pero su encuentro con el conquistador español Hernán Cortés y la trágica muerte que padeció es por lo que más se le recuerda.

Moctezuma ejerció un fuerte liderazgo y demostró ser un estratega muy astuto.

Bajo sus órdenes, el imperio azteca alcanzó su máxima extensión, dominando gran parte de lo que hoy es el centro y sur de México hasta parte de Guatemala, El Salvador y Honduras.

Tenochtitlán, su ciudad capital, se convirtió en una de las más grandes y pobladas del nuevo continente, con varios impresionantes templos y suntuosos palacios, asentada sobre un lago, con un complejo sistema de canales y jardines flotantes.

Cuando la vieron por primera vez desde las alturas de las montañas que rodean el valle del Anáhuac, los iberos la admiraron diciendo que era como la “Venecia” italiana.

El destino de Moctezuma cambió radicalmente con su llegada en 1519.

Los españoles, en su búsqueda de riquezas y nuevos territorios, desembarcaron en las playas del litoral del antiguo Mexitli y marcharon hacia su interior, al corazón del imperio azteca.

Moctezuma no estaba seguro de cómo reaccionar ante esos extranjeros, ya que varias profecías aztecas le advertían sobre un dios de piel blanca que regresaría por mar desde el oriente.

Intentó apaciguar a Cortés con regalos de oro y plata, pero esto solo sirvió para despertar e incentivar el voraz apetito de los conquistadores hacia ellos.

Cuando el extremeño y sus hombres llegaron a Tenochtitlán, fueron recibidos amablemente y hasta alojados en las habitaciones del palacio real de Moctezuma.

El emperador azteca, trató de mantener el control sobre la situación, se mostró hospitalario, pero cayó bajo la influencia de Cortéz y terminó obedeciendo sus órdenes.

La tensión entre los aztecas y los europeos creció rápidamente, así en un intento desesperado por mantener la paz y el orden, Moctezuma terminó como rehén de los conquistadores.

Entonces la situación llegó a un punto crítico en la primavera de 1520, cuando una rebelión azteca contra los invasores estalló en Tenochtitlán.

En un intento para calmar a su pueblo, Moctezuma se presentó ante la multitud, trató de aclarar la situación, pero fue recibido con hostilidad y desprecio.

En medio de la confusión y caos resultante, fue herido (al parecer lo apedrearon), y aunque las circunstancias exactas de su muerte son objeto de debate, se cree que murió a consecuencia de las heridas infligidas por la gente, según la versión europea.

Hay otra versión que señala que luego de ser herido fue apuñalado y asesinado por los españoles.

La desaparición de Moctezuma marcó un punto de inflexión en la Conquista hispana de México.

La rebelión azteca fue brutalmente reprimida con la colaboración de tribus vecinas quiénes deseaban la caída del líder azteca y su capital, Tenochtitlán, lo que ocurrió luego de un implacable asedio por los conquistadores.

La caída de Moctezuma y el posterior colapso del imperio azteca representaron no solo el final de una era para los pueblos indígenas de México, sino también el inicio de una nueva etapa de dominación europea en el recién descubierto territorio que llamaron la Nueva España.

La figura de Moctezuma sigue siendo hoy objeto de estudio y debate.

Para algunos, era un líder que enfrentó circunstancias imposibles de imaginar con dignidad y coraje.

Para otros, es recordado como un gobernante que falló en proteger a su pueblo de la invasión extranjera y para unos terceros solo era un conquistador tirano que sometía a pueblos vecinos por placer.

Más allá de estas consideraciones, la historia de Moctezuma es un poderoso recordatorio de los complejos encuentros y muy a menudo trágicos que ocurren cuando culturas diferentes entran en contacto y colisionan.

Su vida fue pues la reseña de un inmenso imperio que llegó a un desastroso final.

Por: Antonio Aceves

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