Neandertal

DUSSEL, VALLE DE NEANDER; 28,000 A. DE C.

Un solitario ser se arrastra en medio de la maleza de un tupido bosque.

Se siente mal, está enfermo, su vida está llegando al final.

Él no lo sabe pero es … El último de su especie.

Así es la evolución en este planeta.

Solo los más fuertes y capaces sobreviven, los débiles y menos hábiles se extinguen.

Han habido diversas subespecies de seres humanos desde que el primer variante de una rama del gran Árbol de los simios originales se pudo poner de pie y así se mantuvo.

Lucy vivió hace casi 3 millones de años, en lo que hoy es el sur de Etiopía, ella era una australopitecus que logró desarrollar un pequeño hueso-tendon en sus tobillos que le permitió poder mantenerse erguida y hasta caminar, tal vez hasta trotar sin problemas.

Muchos años más tarde sus descendientes, quienes no dejaron de evolucionar física y mentalmente, dejaron el sur de África e iniciaron su travesía hacia el norte, hasta poblar Asia y Europa, lograron cruzar estrechos helados y mares hasta poblar toda la superficie terrestre.

Mientras continuaron cambiando y así existieron muchas diferentes especies de los seres humanos, los homos.

Todos poco a poco fueron desapareciendo y al final solo quedaron dos Homos, el Sapiens y el Neandertal (de esa región alemana).

Y a lo último solo el homo sapiens quedó vivo y continuó su desarrollo.

¿QUÉ LE SUCEDIÓ A LOS NEANDERTALES?

Su destino final tiene varias versiones:

Una falla o incapacidad para adaptarse a cambios de clima, exclusión competitiva, o extinción por invasión por parte de los humanos anatómicamente mejor adaptados o modernos que al mezclarse con ellos ocasionó su desaparición al no existir ningún Neandertal puro.

Esos seres humanos modernos llegaron a Europa mucho tiempo después de que los neandertales se habían establecido allí.

Así la hibridación de neandertales con poblaciones humanas modernas tempranas también se ha considerado como una hipótesis muy viable.

Algo de esa hibridación tuvo lugar en Asia occidental hace aproximadamente 50 a 60 milenios, lo que se evidenció ya que del 1 al 4 % del material genómico lo tienen hoy las personas vivas no africanas.

Pero ahora existe otra posibilidad:

En 2012 y 2014 dos expediciones de ingleses y franceses hallaron restos de cadáveres y rastros en cuevas en una región remota al norte de china, de al parecer neandertales.

Se descubrió que todos los cráneos hallados tenían un orificio en la parte de atrás de la cabeza, a la altura de la nuca.

Los Neandertales no desarrollaron el sentido del habla oral, al parecer se comunicaban por señas y tal vez hasta por telekinesis.

Cuando enterraban a sus muertos les hacían un agujero en la cabeza por dónde les extraían médula cerebral, que al parecer era comida o absorbida por sus descendientes vivos, para que no se perdiera su conocimiento familiar según sus creencias.

Cuando posteriores expediciones, al menos dos más, volvieron a internarse en esas regiones lejanas y de difícil acceso en China desaparecieron misteriosamente.

Los grupos eran de 6 y 8 personas que no volvieron a sus puntos de partida.

En ambos casos el gobierno chino hizo una búsqueda extensiva por varios meses sin éxito alguno.

Oficialmente se les declaró: “ausentes” que significa “extraviado por causas no determinadas” en esa nación.

Desafortunadamente el gobierno de ese país no ha vuelto a dar autorización para más exploraciones que encuentren a los desaparecidos y/o confirmen sus hallazgos.

Solo se filtró que varias partidas de tropas chinas hicieron sus propias investigaciones y sus conclusiones fueron clasificadas como “secreto de estado”.

“Suí tā qù” (déjalo ser) es el único y escueto comentario que dió la fuente oficiosa.

Es muy probable que los Neandertales aún no se hayan extinguido y sobrevivan de alguna manera en lugares muy apartados de nuestra actual civilización.

Cómo en esa casi inexplorada y olvidada zona del lejano Oriente.

Por: Antonio Aceves