El mago de Riga

El amigo de todos

Mijail Tahl no sólo triunfó dentro del tablero, fuera de él mantuvo excelentes relaciones con sus rivales, siempre gracias a su eterno buen humor y amabilidad.
Es extraño encontrar a un campeón del mundo con un carácter similar, generalmente cuando se llega a la cumbre el jugador tiende a aislarse del resto de sus semejantes y rodearse de un halo de superioridad.

A lo largo de su carrera protagonizó multitud de anécdotas, muchas de ellas con un fino humor irónico como protagonista, aunque la que vamos a tratar a continuación muestra su lado más humano:

Durante una partida, Misha se dio cuenta de que el reloj de su rival estaba estropeado, algo en lo que nadie más había reparado.
Pasado un rato a su contrincante se le acabó el tiempo debido a la avería del reloj, Tahl hizo caso omiso y siguió jugando sin reclamar la victoria por caída de bandera… cuando se disfruta jugando, lo demás no importa.

Su aportación de al mundo del ajedrez no se limitó a sus partidas: escribía artículos para revistas de ajedrez y periódicos, fue comentarista para televisión y radio en muchos torneos y escribió varios libros.

Su carrera estuvo salpicada de divertidas situaciones.
Su carácter amable, sus ganas de divertirse y agresiva forma de jugar le llevaron a protagonizar muchas anécdotas, cómo estas:
– Pal Benkö es un jugador húngaro que rindió a gran nivel en la década de los 60 y los 70. Pal había jugado 5 partidas con Tahl y en todas obtuvo el mismo resultado: la derrota. Benkö estaba desesperado y no comprendía el porqué de sus malos resultados contra el mago de Riga.

Ni corto ni perezoso, Pal acuso a Mikahil de hipnotizarle durante sus partidas (medio en broma, medio en serio), con lo que conseguía que jugase de forma errática.
Llegó un nuevo enfrentamiento entre ambos jugadores, el sexto, y Benkö sorprendió a todo el mundo al sentarse en la mesa de juego con unas gafas de sol puestas. Entre risas declaró que eran para “protegerse” de los rayos hipnóticos de Tahl. Mikhail comenzó a reírse y se levantó del tablero acercándose a Petrosian para pedirle sus enormes gafas de sol playeras, éste se las prestó y Tahl volvió a la mesa con las gafas puestas. La situación era pintoresca, teníamos a dos famosos GM jugando una partida con gafas de sol mientras el resto de la sala estallaba en carcajadas. Estuvieron de esta guisa durante una veintena de jugadas… por cierto, al final la victoria volvió a caer del lado de Tahl.

– En Bled 1959 Tahl logró derrotar al siempre complicado Paul Keres. El afamado periodista Bjeliça le preguntó en qué momento se había equivocado Keres, a lo que Misha respondió: “A las nueve y media”. También añadió que se había equivocado en la primera jugada, al haber hecho 1.e4.

– También en Bled 1959 Tahl dio muestras de su picardía. En una de sus partidas con Fischer se encontraba perdido, aunque sólo había una jugada que le obligaría a abandonar. Tahl a duras penas podía soportar la tensión, por lo que levantó y empezó a pasear cerca de la mesa. Cuando Fischer anotó su jugada en la planilla, Tahl se acercó y echó un vistazo ante la atenta mirada de su rival, que estaba observando atentamente su reacción. Tahl vio que era la jugada correcta, pero mantuvo la compostura y puso cara de indiferencia, lo que desconcertó a Fischer. El norteamericano empezó a dudar por la reacción de su rival y se volvió a concentrar en la posición, realizó una jugada distinta, lo que salvó al ‘Mago de Riga’ que incluso unas jugadas después logró ganar.

Así de divertido era jugar contra Misha.

Por Antonio Aceves

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