Fondos chinos respaldados por el Estado están reduciendo o retirando sus inversiones en capital privado de Estados Unidos, como respuesta a la creciente tensión en la guerra comercial impulsada por el expresidente Donald Trump. Esta decisión obedece a presiones del gobierno chino y a los nuevos aranceles impuestos por ambas potencias.
En particular, el fondo China Investment Corporation (CIC) y otros han dejado de comprometer nuevos fondos y están cancelando asignaciones previstas. Durante décadas, estos fondos invirtieron miles de millones en grandes firmas estadounidenses como Blackstone, Carlyle y TPG, ayudando a expandir la industria del capital privado.
Sin embargo, la geopolítica, los aranceles y mayores restricciones por parte de gobiernos occidentales han provocado que tanto fondos chinos como otros grandes inversionistas (como fondos de pensiones europeos y canadienses) reconsideren su participación. Aunque se han cerrado algunas alianzas en países como Reino Unido o Japón, el flujo hacia Estados Unidos se ha desacelerado.
Esto marca un cambio en la estrategia de China, que durante años aprovechó las inversiones indirectas a través de fondos de capital privado para mantener presencia en economías occidentales.
Agencias