SpaceX, del magnate de la tecnología Elon Musk, realizó este jueves el octavo vuelo de prueba de su megacohete Starship con un exitoso regreso del propulsor, pero perdió contacto con la etapa superior por segunda vez consecutiva, lo que supone un revés para la empresa aeroespacial.
Minutos después del despegue y de la separación de la fase de propulsión, el video en vivo transmitido por la compañía mostró cómo la parte superior de la nave avanzaba sin control y su señal se perdió poco después.
“Puedo confirmar que perdimos el contacto con la nave. Desafortunadamente, esto también ocurrió la última vez”, dijo el empleado de SpaceX Dan Huot, al referirse al anterior vuelo de prueba en enero que causó una lluvia de escombros sobre el Caribe por una explosión del aparato.
El más reciente incidente podría alentar dudas sobre la atención que Musk le dedica a su empresa espacial, cuando el multimillonario ha estado en Washington las últimas semanas liderando los recortes federales en el gobierno del presidente Donald Trump.
AGENCIAS
Estados Unidos