Una muchedumbre se bañó en aguas sagradas en el norte de India en el inicio de la fiesta hinduista del Kumbh Mela, presentada como la mayor congregación del mundo con una previsión de 400 millones de peregrinos en seis semanas.
Antes de la salida del sol, la multitud de fieles se adentró para lavar sus pecados en las frías aguas donde supuestamente confluyen los ríos sagrados Ganges y Yamuna con el mítico río Sarasvati, que aparece en las antiguas escrituras.
“Para una hindú, es una ocasión a la que no puedes faltar”, dijo Reena Rai, una empresaria de 38 años del estado de Madhya Pradesh, en el centro de India, a un millar de kilómetros de Prayagraj, donde tiene lugar el rito.
Organizada cada 12 años, la edición de este año que se alargará hasta el 26 de febrero se anuncia como la de todos los récords. Las últimas celebraciones religiosas organizadas en 2019 en esa ciudad, antes conocida como Allahabad, reunieron 240 millones de fieles, según el gobierno.
A título de comparación, la gran peregrinación anual musulmana a La Meca congregó a 1,8 millones de creyentes en 2024.
AGENCIAS
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