La octava maravilla del mundo moderno

Las nuevas 7 maravillas del mundo moderno:

Chichén Izta en México, el Coliseo de Roma, la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro, Petra en Jordania, la Gran Muralla China, Machu Picchu en Perú y el Taj Mahal en Agra. Y si hubiera una octava maravilla del mundo sería: la Cámara de Ámbar rusa.

UNA VERDADERA JOYA

En el palacio de la reina Catalina de la Villa de los Zares, cerca de San Petersburgo y que estaba decorada con paneles de ámbar respaldados con pan de oro y espejos.

Su visión era algo deslumbrante, que maravillaba a los que la vieron, además estaba dotada de joyas y piedras preciosas por lo que que su valor era más de 500 millones de euros.

Construida en el Siglo XVIII en Prusia, la Cámara original fue desmantelada y perdida durante la Segunda Guerra Mundial, se instaló una similar en el Palacio de Catalina entre 1979 y 2003.

¿QUÉ LE PASÓ A LA ORIGINAL?

Estuvo en Berlín hasta 1716, fue entregada por el rey Federico Guillermo I a su entonces aliado el zar Pedro el Grande del Imperio ruso.

Se instaló en el palacio de Catalina, después de una expansión y varias renovaciones, cubrió más de 55 m² y con más de 6 toneladas de ámbar.

Durante la Segunda Guerra Mundial fue saqueada por los Ejércitos Norte del 3er Reich y llevada a Königsberg (hoy Kaliningrado) para su restauración, pero no se le volvió a ver.

SIGUEN LAS PISTAS

Se han seguido varias pistas, que cuentan que Hitler ordenó su traslado en enero de 1945 a 2 castillos, uno en Eslovaquia y el otro en Polonia, varios Investigadores han explorado ambos castillos y no encontraron nada.

Otra pista llevó a qué la cámara fue desmontada y guardada en 24 cajas que luego fueron embarcadas en dos barcos diferentes.

Un barco era el Wilhelm Gutsloff, que fue hundido frente a las costas de Polonia por un submarino ruso, el otro barco era el SS Karlsruhe hundido cerca de costas alemanas.

Hubieron varias expediciones y se hallaron sus restos, no sé encontró la cámara de ámbar.

Otra versión concluyó que la cámara de ámbar fue destruida en un bombardeo en febrero de 1945 sobre el castillo de Konigsberg.

ÚNICA EN EL MUNDO

La Cámara de Ámbar era la sala más deslumbrante del palacio de Catalina, en la villa de los Zares, cerca de San Petersburgo, en Rusia.

Realizada con paneles de este material laboriosamente trabajados por un artista del barroco, y matizada con paneles de oro, piedras preciosas y fastuosos espejos, la habitación fue considerada como la octava maravilla por su lujosa belleza y majestuosidad

Pero llegó la Guerra Mundial y el destino de esta obra de arte, se convirtió en un misterio.

La Cámara de Ámbar fue realizada por el escultor y arquitecto alemán Andreas Schülter en 1701, para ornamentar una sala del palacio de Berlín del monarca Federico I de Prusia.

En la labor trabajaron también el maestro artesano Gottfried Wolfram y los especialistas en ámbar Ernst Schacht y Gottfried Turau.

El trabajo, en total, les llevó unos 10 años.

Una vez terminada, la estancia contenía paneles delicadamente tallados y mosaicos hechos de ámbar color miel, complementados con paneles de oro, ostentosos espejos e incrustaciones de piedras preciosas.

En total, las paredes del excelso habitáculo tenían una superficie de 55 metros cuadrados.

Para su revestimiento se utilizaron unas seis toneladas de ámbar, una de las pocas gemas orgánicas que existen.

Este producto es una resina fósil de ciertas coníferas, de color miel o amarillento, translúcido, que, según los expertos, puede tardar unos 17 millones de años en formarse.

MONEDA DE CAMBIO

Bielorrusia ha liberado información en 2012, que indica que José Stalin quiso hacer un regalo a su nuevo aliado Hitler luego de firmar el pacto de no agresión en 1939 y decidió darle parte de la cámara de ámbar, por lo que ordenó desmontarla, pero luego lo pensó mejor e instruyó que se hicieran dos copias iguales y que la original se guardara en un lugar secreto en Moscú.

Así entregaron una copia a los alemanes y dejaron la otra copia en el palacio de Catalina en Leningrado (hoy San Petersburgo).

Cuando los expertos alemanes la revisaron se dieron cuenta de que era falsa y la desecharon, entonces Hitler instruyó que se robase cuando se invadiera la URSS, lo que ocurrió en 1942.

Así los alemanes se llevaron la otra copia de Leningrado y que fue extraviada al final de la guerra, con Stalin sin preocuparse ya que sabía que el conservaba la cámara original.

La que permaneció escondida hasta que el actual gobierno ruso decidió volver a construirla en el antiguo palacio de Catalina, dónde ahora se encuentra.

Pocos saben que no es una diferente, sino la antigua cámara original, la cual es exhibida cómo nueva con lo que se evitará que sea robada por su valor histórico.

La realidad es más sorprendente que la ficción.

Por: Antonio Aceves

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