El Diario de Minatitlán La voz ciudadana que Trasciende
VERANO DEL AÑO 431 D.C.
La civilización Maya ya se desarrollaba hasta llegar a Centroamérica y parecía que continuaría sin problemas, pero de repente la región fue sacudida por una violentisima erupción proveniente de un volcán llamado Ilopango, situado en El Salvador actual.
El volcán solo tenía 440 mts de altura y en su cráter de 8 x 11 km, había un lago de una superficie de 72 km² con una profundidad de 230 m, situado a casi 16 km de la ciudad de San Salvador.
Formado desde la época del plioceno, en lo que en la geología se conoce como la formación Bálsamo, crecería un estratovolcán en la entonces zona de Cuscatlán, el cual colapsaría en una serie de tres erupciones llamadas (en orden desde la más antigua) como ignimbritas de: Olocuilta, Colima, y Apopa (que ocurrieron hace aproximadamente 1.785, 1.56, y 1.34 millones de años respectivamente).
Derivado de ello, se formaría una caldera volcánica, que paulatinamente se llenó de agua hasta constituir un gran lago, manteniendo debajo oculto por una gran cantidad de piedras y tierra, un gran pozo lleno de lava.
Con el paso de los siglos los gases derivados de esa mezcla volcánica irían acumulando más y más presión hasta que ese día, de hace más de 1590 años, rompió el límite crítico y entonces el poderoso volcán explotó con una intensidad no conocida antes.
La erupción, datada ahora con precisión, arrasó con todo en un radio de poco más de 40 kilómetros alrededor del volcán , según un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de científicos de Geociencias Barcelona – CSIC.
Gracias al estudio de los depósitos de cenizas conocidos como Tierra Blanca Joven (TBJ) presentes en gran parte del país centroamericano, ya se sabía de una gran erupción volcánica en la región, pero se desconocía la fecha exacta en que ocurrió.
Ahora, se pudo establecer con más precisión una fecha de la erupción y su impacto causado al medio ambiente.
Los investigadores analizaron un testigo de hielo extraído en Groenlandia y restos vegetales encontrados en los depósitos de cenizas generados por la erupción.
Según el trabajo, la erupción ocurrió en el año 431 d.C., con un margen de error de dos años.
El estudio de los testigos de hielo reveló que las temperaturas globales cayeron medio grado después de la erupción,:”en el testigo de hielo de Groenlandia se identificaron pequeños fragmentos de vidrio provenientes de la erupción del Ilopango”, según detalla el estudio del uso de dispersión de cenizas, la columna eruptiva alcanzó hasta 45 kms de altura que viajaron más de 7.000 km, hasta Groenlandia.
La ceniza cubrió casi toda América Central y gran parte del sur de México actual.
El volumen total de magma expulsado durante esta erupción fue de unos 55 km3. «Más de 2 millones de kilómetros cuadrados de América Central quedaron cubiertos por una capa de cenizas volcánicas de al menos medio centímetro de grosor y el cielo se habría oscurecido en esta región durante al menos varias semanas».
Fue más de 50 veces mayor que la del volcán Santa Helena» de 1980, además, los flujos piroclásticos tuvieron un volumen 10 veces superior al de los que se generaron durante la erupción del Vesubio, en el 79 d.C .
Según la nueva más exacta datación, la erupción del Ilopango tuvo lugar durante el período Clásico Temprano Maya (300 – 600 d.C.), durante la expansión de esta cultura a lo largo de América Central, «la erupción habría acabado con todos los seres vivos en un radio de casi 40 kms y habría provocado la despoblación durante décadas en las cercanías del foco eruptivo» .
Ahora se pudo comprobar que la erupción del Ilopango habría sido la responsable de una década anormalmente fría en el hemisferio norte alrededor del año 450 d.C.
La caldera del Ilopango, que alberga en la actualidad un apacible lago en su interior, forma parte del Arco Volcánico de El Salvador que, con un total de 21 volcanes activos, es uno de los segmentos más activos de América Central.
También afectó al resto del mundo, un año después sus cenizas cayeron y contaminaron Asia lo que provocó que surgiera la peste que invadió Europa y mato a miles de personas, lo que arruinó el antiguo imperio romano de oriente y apresuraron su caida ante los musulmanes varias décadas después.
Por otro lado provocó un cambio climático con largos inviernos seguidos de largas sequías lo que hizo perder cosechas y hacer pasar hambre en muchos lugares del mundo.
Lo anterior convirtió al Ilopango en un evento catastrófico que golpeó a todo el planeta.
Aunque está semi dormido permanece activo, de vez en vez hay pequeños temblores que indican que sigue siendo muy peligroso, ya que la presión en su interior va en aumento día con día, año con año.
Y que algún momento cercano volverá a explotar.
Por: Antonio Aceves
