Una niña de dos años se pegó un párpado tras aplicarse un potente pegamento. Ocurrió en Brasil.
El accidente doméstico ocurrió mientras la pequeña jugaba, le causó curiosidad un tubo que estaba sobre la mesa, comenzó a jugar con él y al intentar quitarse la sustancia de las manos se frotó un ojo y le quedó pegada la piel.
De inmediato, la familia tuvo que llamar una ambulancia.
“Fue una desesperación muy grande”, reconoció la madrina de la niña.
La instrucción de un médico fue que le aplicaran un ungüento y una compresa tanto en las manos como en el ojo.
Otro médico terminó aplicando una crema, pero finalmente decidieron hacer una cirugía, que terminó siendo exitosa.
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