El Diario de Minatitlán La voz ciudadana que Trasciende
Las reglamentaciones federales y las de 17 estados de la República Mexicana exigen a todos los automovilistas contar con un seguro de daños a terceros como protección mínima, pero a pesar de la obligatoriedad menos del 50 por ciento de los coches que transitan en el país cumplen con este requisito.
Los costos, la incertidumbre ante una respuesta negativa de las aseguradoras en un incidente, las dudas de su funcionamiento y tener la llamada “bendición de dios” ante la creencia falsa de “a mí nunca me pasará un accidente” son algunos de los factores que llevan a dejar de lado la contratación de la póliza, olvidando que no contar con ella significa una multa de tránsito y un impedimento para que tu automóvil salga del corralón si es remitido.
¿Cómo funciona un seguro de automóvil?
La función del seguro de automóvil o coche es proteger tu patrimonio. No solo hablamos del vehículo, sino de los impactos económicos en tu cartera en caso de un accidente porque ante cualquier choque debes hacer frente a una responsabilidad financiera, ya sea con otro conductor por los daños ocasionados a su vehículo, una persona lesionada o fallecida y a tu propio coche. Sin importar el incidente hablamos que costará en miles de pesos.
Un seguro de coche está conformado por diversas protecciones que, agrupadas, conforman lo que conocemos como la póliza.
“Las pólizas de autos o motos son una multipóliza, porque engloba a diversas coberturas en una sola, como por ejemplo la cobertura por robo, daños materiales o responsabilidad civil”, explica Willy Jiménez Labora, asesor de la agencia Continium quien siempre aconseja tener la cobertura máxima.
“Mi consejo es tener cobertura amplia porque te cubre en daños materiales parciales o totales, robo total, responsabilidad civil contra terceros, protección legal y gastos médicos para ti”, aunque también menciona que “es mejor tener la cobertura por responsabilidad civil a no tener nada”.
Cinco consejos para contratar un seguro:
1.- Modelo, edad, género, localización, todo influye en el precio: Para cotizar un seguro para tu automóvil necesitas la información de tu coche -marca, modelo, año, placa y número de serie vehicular-datos que están en tu tarjeta de circulación.
Recuerda que el precio de una póliza puede variar de una versión a otra del mismo modelo del automóvil. Es decir, el costo se incrementa si cuenta con aire acondicionado, sistema de infoentretenimiento, entre otros. Esto sucede porque el equipamiento que se está asegurando puede ser de mayor valor respecto a otra variante del mismo modelo de vehículo que no lo tenga.
También la edad del conductor y el género son variantes que determinan el costo. De igual forma sucede con el domicilio registrado.
El precio de la póliza de seguro también está determinado por la ubicación del domicilio. Factores de riesgo como los robos en la zona pueden hacerla más barata o más cara. Sin importar el precio no mientas, porque al momento de hacer un trámite para un pago lo podría complicar por ofrecer falsa información.
2- ¿Responsabilidad civil o cobertura amplia? La ley te obliga a tener un seguro contra daños a terceros que cubre los gastos que generes al vehículo, propiedad o a una persona, que se vea afectada por un accidente con tu automóvil. Esta protección no cubrirá ningún tipo de daño a tu coche.
La cobertura amplia ofrece una protección a tu automóvil a cambio de un pago reducido respecto a los daños ocasionados en un accidente. Obviamente este último resulta más costoso en comparación con el de responsabilidad civil, pero en caso de una pérdida total o daño a tu coche recibirás un pago o será reparado.
Anteriormente solo se ofrecían estas dos posibilidades, pero ahora hay paquetes ampliados o denominados VIP que cubren los robos a accesorios o daños a las llantas por los temidos baches de nuestro país.
Siempre compara los precios de una protección a otra. Puede ser que por unos pesos más obtengas mayor seguridad.
3.- El temido deducible: Al tener cobertura amplia tienes protección por robo parcial o total, así como daños a tu vehículo, protección médica y legal. Estas reparaciones o incidentes son cubiertos a cambio de un pago denominado deducible que se calcula en un porcentaje respecto al valor de tu vehículo por lo que siempre ten un ahorro en tu cuenta bancaria para hacer frente a esto.
Los porcentajes regulares son entre el 5 y el 10 por ciento. Como asegurado tú eliges el porcentaje y entre más alto ayudará a reducir el costo de la póliza. Siempre pide el cálculo de todas las opciones porque, en ocasiones, el ahorro no es tan significativo y se compensa al momento de pagar las reparaciones por un incidente.
Existen apartados como los gastos médicos o la asistencia legal que no requieren el pago de un deducible. Esta información siempre estará disponible en tu póliza.
4.- Compara las opciones. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) genera regularmente reportes del comportamiento de las aseguradoras, esto incluye registros del número de reclamaciones y las que fueron resueltas a favor del asegurado y cuáles no, así como las principales quejas de los usuarios.
Ninguna aseguradora es perfecta, pero al menos así tendrás una idea de cuál puede reunir las cualidades que buscas.
Además, verifica con cada una de las promociones que te ofrecen como meses sin intereses o descuento por pago único.
5.- Mejor con un agente que en una web: Si bien hoy existen varios servicios de internet que ofrecen una contratación directa del seguro lo ideal es acudir con un agente especializado para que te explique todas las ventajas y desventajas de las diferentes pólizas.
Además, en caso de un siniestro tendrás una cara conocida a quien hablarle, mientras que en una venta por la web o por teléfono te conviertes en un número más para la empresa. El trato personalizado es mejor y podría ser la clave cuando te enfrentes a una situación complicada.
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