Jair Fuentes, apenas tenía un año de haber salido de la carrera de mecatrónica del Itesco, se había graduado y estaba en los trámites para obtener su titulación.
Tenía muchos planes a futuro, buscaba ascender en su trabajo, y quería llegar a obtener su planta dentro de la empresa para ayudar a su hermano a que terminara sus estudios universitarios.
Javier Hernández, era un joven nanchiteco que dejó a una niña huérfana de padre, y a una esposa embarazada con un bebé que está a punto de nacer.
Irving Hermenegildo era un muchacho brillante que vivía en la colonia Playasol, y que dejó a toda su familia con un dolor muy grande por no poderse despedir de ellos.
SENDIC AGUIRRE
COATZACOALCOS